Las verdaderas caras de lo que se encubre está por descubrirse.
Sumidos en los delitos de alto impacto del fuero federal y, los comunes, sin tener importancia, para la vida cotidiana, pues la ciudadanía no hace distinción. La justicia se tarda en llegar y lo hace de manera selectiva muy a menudo.
Las exigencias de vivir seguros van aparejadas con el incumplimiento de la ley que nos ata como sociedad, debiendo decir civilizada, pero distante de ello, recurriendo a lo más común en nuestra historia reciente: la impunidad.
Queremos vivir mejor pero, nos lo negamos. La sorpresa, la indignación, el asombro, el enojo, se han perdido y, lo qué hacemos es atacar o, defendernos de lo que sea, pues sabemos que la impunidad reina generalmente.
Nos habríamos preguntado alguna vez, en esta vorágine diaria, cuando vemos esas camionetas con gente armada y que pertenecen a cualquier policía o, fuerzas armadas, de los diferentes niveles de gobierno, ¿cómo es el día que transcurre en sus vidas? ¿Con miedo, quizás, zozobra de no saber si se sobrevive la jornada de trabajo, saber si verán a sus seres queridos?
Gente como todos. Ahí llevan sus sueños, sus anhelos, sus ganas de salir adelante y ver a sus familiares pero, quizás el día que transcurre ya no podrán hacerlo. No mirarlos como los seres humanos que somos, nos distancia y nos contrapone unos a otros. Eso es en beneficio de la delincuencia.
La desmotivación que viven entre insultos y desconfianzas de parte de la sociedad, impide naturalmente la reacción de nuestra defensa. No se expone la vida solamente porque si.
Hay muchos que injustamente han perdido sus vidas dejando familias desamparadas y, al ver y, sentir que no hay un sustento de sus deudos, se va generando el resentimiento heredado.
En este año que se precipitan los tiempos políticos, polarizando más y más, se incurre en desaciertos, desacreditando lo bueno que se ha hecho y, corremos el peligro de retroceder en lo construido y, los miembros de las policías diversas, empiezan a separarse en perjuicio de la sociedad.
Que importante es ver más allá, de lo que sucede en nuestras casas y en nuestro entorno más próximo, entonces, veríamos la trascendencia de fortalecer, sin esquiroles, la relación social, el conjunto gregario que da vida a nuestra Nación.
Las verdaderas caras de lo que se encubre está por descubrirse.
@jaimechalita
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